Valery y las musas
El filósofo y poeta francés, Paul Valery, era una persona bastante desgarbada y que no le prestaba una atención especial a su imagen.
Cierto día, se le acercó una joven que le dijo:
– Su aspecto no hace pensar para nada que usted sea un elegido por las musas
– Tiene usted razón, señorita- replicó en voz baja y con tono misterioso -Es que yo soy de la poesía secreta
Incredulidad religiosa
Paseaba junto a un amigo por la calle cuando se cruzarón con una procesión precedida por un Cristo crucificado, motivo por el cual Voltaire se quitó el sombrero en señal de respeto.
– Os creía incrédulo en materia de religión– le dijo su acompañante, sorprendido por el gesto
– Y lo soy– matizó Voltaire –Aunque Cristo y yo nos saludamos, no nos hablamos
Yo soy el Papa
En cierta ocasión Bertrand Russel estaba especulando sobre enunciados condicionales del tipo :“Si llueve las calles están mojadas” y afirmaba que de un enunciado falso se puede deducir cualquier cosa.
Alguien que le escuchaba le interrumpió con la siguiente pregunta :
– “Quiere usted decir que si 2 + 2 = 5 entonces usted es el Papa”.
Russel contestó afirmativamente y procedió a demostrarlo de la siguiente manera :
– “Si suponemos que 2 + 2 = 5, entonces estará de acuerdo que si restamos 2 de cada lado obtenemos 2 = 3. Invirtiendo la igualdad y restando 1 de cada lado, da 2 = 1. Como el Papa y yo somos dos personas y 2 = 1 entonces el Papa y yo somos uno, luego yo soy el Papa”
El filósofo y poeta francés, Paul Valery, era una persona bastante desgarbada y que no le prestaba una atención especial a su imagen.
Cierto día, se le acercó una joven que le dijo:
– Su aspecto no hace pensar para nada que usted sea un elegido por las musas
– Tiene usted razón, señorita- replicó en voz baja y con tono misterioso -Es que yo soy de la poesía secreta
Incredulidad religiosa
Paseaba junto a un amigo por la calle cuando se cruzarón con una procesión precedida por un Cristo crucificado, motivo por el cual Voltaire se quitó el sombrero en señal de respeto.
– Os creía incrédulo en materia de religión– le dijo su acompañante, sorprendido por el gesto
– Y lo soy– matizó Voltaire –Aunque Cristo y yo nos saludamos, no nos hablamos
Yo soy el Papa
En cierta ocasión Bertrand Russel estaba especulando sobre enunciados condicionales del tipo :“Si llueve las calles están mojadas” y afirmaba que de un enunciado falso se puede deducir cualquier cosa.
Alguien que le escuchaba le interrumpió con la siguiente pregunta :
– “Quiere usted decir que si 2 + 2 = 5 entonces usted es el Papa”.
Russel contestó afirmativamente y procedió a demostrarlo de la siguiente manera :
– “Si suponemos que 2 + 2 = 5, entonces estará de acuerdo que si restamos 2 de cada lado obtenemos 2 = 3. Invirtiendo la igualdad y restando 1 de cada lado, da 2 = 1. Como el Papa y yo somos dos personas y 2 = 1 entonces el Papa y yo somos uno, luego yo soy el Papa”