La filosofía moderna nace a comienzos del Renacimiento y de la Reforma Protestante hasta los últimos años del siglo pasado, siglo XX.
Tras siglos y siglos de filosofar acerca de cuestiones circunscriptas a lo teológico, surge un espíritu reaccionario de protesta en contra de la postura tradicional de la filosofía. En la antigüedad, la filosofía antigua partía de la realidad objetiva para realizar las reflexiones filosóficas, luego, en la Edad Media, la filosofía de aquel tiempo había decidido tomar a Dios como centro y referencia, en cambio, la llegada de la filosofía moderna propone un cambio sustancial como consecuencia de la instalación de la subjetividad en el centro de la escena.
Las dudas que se plantean sobre la posibilidad de un conocimiento objetivo de la realidad material o divina, hacen del problema del conocimiento el punto de partida de la reflexión filosófica.
Fueron muchísimos los eventos que se sucedieron hacia el final de la Edad Media, tanto en el orden social, político, cultural y filosófico, que serán los que terminarán por abrir el paso a la flamante modernidad. El desarrollo del humanismo, en el ámbito filosófico, sumado a la revolución científica que propusieron las conclusiones de Nicolás Copérnico con su teoría heliocéntrica de la tierra, provocaron la caída de la escolástica vigente y el resurgimiento de nuevos esquemas conceptuales totalmente lejanos de viejas disputas filosóficas que normalmente se dirimían a instancias de una autoridad, platónica o aristotélica, según correspondiera.
Tras siglos y siglos de filosofar acerca de cuestiones circunscriptas a lo teológico, surge un espíritu reaccionario de protesta en contra de la postura tradicional de la filosofía. En la antigüedad, la filosofía antigua partía de la realidad objetiva para realizar las reflexiones filosóficas, luego, en la Edad Media, la filosofía de aquel tiempo había decidido tomar a Dios como centro y referencia, en cambio, la llegada de la filosofía moderna propone un cambio sustancial como consecuencia de la instalación de la subjetividad en el centro de la escena.
Las dudas que se plantean sobre la posibilidad de un conocimiento objetivo de la realidad material o divina, hacen del problema del conocimiento el punto de partida de la reflexión filosófica.
Fueron muchísimos los eventos que se sucedieron hacia el final de la Edad Media, tanto en el orden social, político, cultural y filosófico, que serán los que terminarán por abrir el paso a la flamante modernidad. El desarrollo del humanismo, en el ámbito filosófico, sumado a la revolución científica que propusieron las conclusiones de Nicolás Copérnico con su teoría heliocéntrica de la tierra, provocaron la caída de la escolástica vigente y el resurgimiento de nuevos esquemas conceptuales totalmente lejanos de viejas disputas filosóficas que normalmente se dirimían a instancias de una autoridad, platónica o aristotélica, según correspondiera.